RELUMBRAR

ACERCARSE Y

Johanna dejó una vida en Bogotá para labrar otra en el campo. Tenía un cargo administrativo en instituciones de salud, pero se topó con la oportunidad de trabajar directamente con la comunidad en proceso de reincorporación del Centro Poblado Georgina Ortiz y la posibilidad de vivir en la vereda la Cooperativa, en Vista Hermosa, Meta. Este capítulo de su vida empezó hace 3 años aproximadamente, con un viaje de 17 horas desde Bogotá, porque la vía que conectaba a la capital con Villavicencio estaba cerrada y se debía usar la vía alterna. Una vez llegó a Vista Hermosa, Johanna se subió al carro de línea de Cootransguejar, el único transporte público que logra adentrarse hasta las veredas más apartadas, entre caminos de trocha, lodo y tierra. Cuando llegó a la Cooperativa se contactó con la señora Mayerly y don Alcides, dos personas muy conocidas en la comunidad, quienes le ayudaron a establecerse en su nuevo hogar. Allí comenzó esta aventura interminable que continuamente nutre de historias la vida de Johanna, una mujer citadina que se enamoró del campo.

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